Manejar con lluvia es uno de los escenarios más complicados para los conductores.
Además de ser peligrosa cuando cae torrencialmente, también representa un peligro al mezclarse con el polvo, la grasa y en general la suciedad del pavimento creando una superficie altamente deslizante.
Por tales motivos, queremos compartirte algunos escenarios complicados al manejar con lluvia y cómo enfrentarlos para tener mayor seguridad en tus trayectos.
El problema de la visibilidad al conducir bajo la lluvia
Este factor está muy asociado a la intensidad de la precipitación, pero siempre que llueve, la capacidad de nuestros ojos para ver con claridad, así como nuestro campo visual, se reducen. Esto produce un poco de fatiga visual y puede provocar falta de atención y con ello un accidente.
Para enfrentar esta dificultad al manejar con lluvia es preciso tener todo el sistema de luces al día y también los limpiaparabrisas en buen estado. También es muy útil utilizar el sistema de desempañado que trae el aire acondicionado para mantener los vidrios limpios y así tu visión esté lo más clara posible.
Las líneas blancas del asfalto, una guía, pero también un riesgo bajo la lluvia
Las superficies pintadas reducen bastante la adherencia y esta dificultad se aumenta mientras más grande sea el espacio pintado. Las líneas que delimitan la vía, los separadores de canales continuos o interrumpidos.
los pasos peatonales y demás señalizaciones de tránsito pintadas en el pavimento, representan un riesgo al manejar con lluvia y es por eso que debemos estar alertas.
Cuando estés conduciendo bajo la lluvia y te acerques a áreas pintadas, aumenta la distancia de seguridad, reduce la velocidad, está atento a lo que pasa a tu alrededor y pasa sobre estas con mucha precaución.
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Aquaplaning, la situación más temida por los conductores al manejar con lluvia
El Aquaplaning es un fenómeno que se produce debido a que el pavimento mojado pude generar un deslizamiento tipo esquí cuando pasamos por él a una velocidad considerable o tomamos una curva pronunciada.
Al manejar con lluvia el agua se introduce por los dibujos o los canales de las llantas y sobrepasa la capacidad de la misma, disminuyendo el agarre y comprometiendo la estabilidad lo que trae como consecuencia pérdida del control.
Para evitar el Aquaplaning al conducir bajo la lluvia, debemos reducir la velocidad levantando el pie del acelerador, evitar frenar y dar giros bruscos, seguir las huellas de los neumáticos que vayan delante ya que en esas zonas hay menos agua y por último mantener una mayor distancia entre tu vehículo y los demás.
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Sigue estas recomendaciones al manejar con lluvia y evita momentos incómodos, reduce riesgos y conduce de forma más segura, protegiéndote a ti y a quienes más quieres.
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