La duración de un neumático depende de diferentes factores: el diseño, el cuidado al conducir, las condiciones por las que pasa, entre otros. Te enseñamos a continuación algunos aspectos que te indicarán cuándo es el momento adecuado para reemplazar las llantas de tu vehículo:
Si quieres prolongar su ciclo de vida debes inspeccionar la presión de las llantas, el desgaste, la alineación. Revisa paredes laterales, detecta agujeros grandes en la banda, deformaciones en el cordón y piedras, rocas, clavos, entre otros elementos que signifiquen una amenaza para su óptimo estado.
Recuerda que es tu responsabilidad acudir a un profesional cuando notes molestias mientras manejas. No improvises en estos casos, recuerda que puede ser una señal de alarma. Por eso, no esperes a que algo grave suceda, la mejor opción siempre será prevenir y cambiar los neumáticos viejos de tu vehículo.
¿Qué daña las llantas?
-Desgaste por el tiempo y uso
-Obstáculos del camino como baches y objetos punzantes
-Llantas desbalanceadas
-Ejes desalineados
-Temperaturas extrema: hielo, sol intenso
-Presencia de químicos
-Un frenado de emergencia brusco
-Exceso de velocidad
-Manejar en terrenos irregulares
-Mezclar diferentes tipos de llantas o con tamaños incorrectos
Si en algún momento notas que tu llanta está dañada o desinflada, debes detenerte inmediatamente y reemplazarla con el repuesto. Si requieres llegar a un mejor lugar para desvarar, debes manejar a una velocidad demasiado baja con el fin de salvaguardar tu integridad y la de los demás actores viales.
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¿Qué pasa si sigo con una llanta pinchada?
La tienda Mucho Neumático realizó una prueba en la que querían observar las posibles consecuencias de conducir con un neumático pinchado. Este experimento lo realizaron con un vehículo de turismo New Beetle Cabrio 1.6 102 CV, el cual tenía la llanta posterior derecha desinflada.
Aunque el vehículo se condujo a velocidades inferiores a los 30 km/h, tras 4 minutos en los que recorrió aproximadamente un kilómetro y medio, tuvo que detenerse la prueba para evitar peores daños en la llanta.
¿Qué sucedió?
Además de producir sonidos bastante desagradables al hacer contacto con el asfalto, notaron problemas graves, tales como: fuertes vibraciones en el volante; dificultad para frenar y acelerar; dirección dura; tendencia a patinar hacia el lado de la rueda pinchada; tracción débil cuesta arriba.
Quienes realizaron la prueba afirman que desde el primer momento la sensación al volante fue desagradable y en todo momento sintieron perder la estabilidad y el control del vehículo. Esto sucedió porque con la pérdida de presión de los neumáticos el peso se descarga más en un lado. Por lo tanto, afecta la dirección y la suspensión.
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Conducir con un neumático pinchado puede ocasionar daños más graves y costosos que repararlo de inmediato, pues además de la goma, las llantas también pueden verse afectadas.
Te recomendamos cambiar las llantas de tu carro cuando estén desgastadas, lo cual sucede cuando el labrado esté por debajo de 1.6 mm. Los bultos o burbujas en el neumático también son señales de alarma, pues lo más probable es que cuando pases por un resalto se estalle o pinche.
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