Salud y bienestar son estados físicos y psicológicos en los que influye determinantemente nuestro equilibrio emocional.
¿Cuidas tus emociones? ¿Te sientes bien contigo y con el mundo que te rodea?
Factores como el estrés, la alimentación poco equilibrada o el consumo de tabaco y alcohol son determinantes en el surgimiento de una enfermedad crónica.
El conjunto de emociones, salud y bienestar
Nuestra salud y bienestar depende, en gran medida, de tener la capacidad de afrontar las emociones negativas y no dejarse gobernar por las preocupaciones.
Si gozas de paz mental, espíritu aventurero y equilibrio emocional, lo proyectarás en la salud y bienestar de tu cuerpo.
Un menor estrés y una mejor calidad en el descanso suponen evidentes beneficios para nuestra salud en general.
Emociones, salud y bienestar
La emoción es una reacción psicofisiológica. Todos experimentamos a diario un amplio abanico de emociones, aunque no seamos plenamente conscientes de ello.
Son universales, independientes de la cultura y originan cambios en la activación orgánica, la experiencia afectiva y la conducta expresiva.
Estas emociones aparecen ante situaciones importantes que implican daño, pérdida, peligro, amenaza o novedad.
De esta manera, nos disponen para hacer frente o responder de forma adaptativa a esa situación.
¿Cómo afectan las emociones negativas a la salud y bienestar?
Tu cuerpo, mente y emociones están íntimamente conectados.
Esto se debe, a que existen muchas formas de comunicación entre el sistema nervioso central y el sistema inmunológico.
Si guardas grandes mucha tristeza, una ansiedad exacerbada, tensión constante y cinismo será difícil conseguir un estado de salud y bienestar.
¿Cómo inciden las principales emociones negativas en tu salud?
La ira
Cada circunstancia o suceso que provocan ira generan una presión extra en el corazón.
Por ello, es la causante de problemas del corazón, aunque por sí sola no genera una enfermedad coronaria.
No es necesario que reprimas tu ira, sino que sepas expresarla de forma adecuada para evitar que llegue a tu corazón.
La ansiedad
Esta emoción, muy relacionada con la enfermedad y su evolución, acoge la finalidad adaptativa de afrontar algún peligro, nos pone en modo espíritu aventurero.
No obstante, la ansiedad que generamos en la actualidad no se dispara para afrontar peligros reales.
Se trata de un constructo de nuestra mente, agitada por preocupaciones desproporcionadas y fuera de lugar.
En el núcleo de la ansiedad se arraigan enfermedades infecciosas como gripes, resfriados y herpes.
Estas patologías, provocadas por virus, se incrementan en estados de ansiedad ya que resta vigor al sistema inmunológico, el responsable de combatirlas.
El estrés, el peor enemigo de la salud y el bienestar.
No es una fuente de enfermedad por en sí. Sin embargo, obstaculiza la recuperación de la salud porque disminuye las defensas e incrementa la sensibilidad de la persona.
Circunstancias estresantes como cambios importantes o pérdida de apoyo están ligados a enfermedades cardiovasculares.
Esto se debe, a que incrementa la coagulación de la sangre, los niveles de ácidos grasos libres y triglicéridos que obstruyen las arterias, aumentando la presión arterial.
El miedo
Es la emoción más presente en el ser humano. Es nuestro compañero más habitual.
Su sombra aumenta por el fracaso, la enfermedad y las relaciones con nuestros congéneres.
Un sentimiento muy relacionado con el riñón y las glándulas suprarrenales, órganos asociados a la filtración de líquidos.
De lo anterior se puede resumir que, unas emociones equilibradas y mesuradas son sinónimo de salud y bienestar.
Lo opuesto nos genera un amplio abanico de enfermedades como las coronarias, las renales, el cáncer, la diabetes, las víricas y las respiratorias.