Déjenos su número
de teléfono, nosotros
lo llamaremos

¿Cómo hacer un presupuesto personal?

Fecha

Noviembre 21, 2017

Comentario

Comentarios 0

¿Cómo hacer un presupuesto personal?

La clave está en repartir el presupuesto según los porcentajes adecuados.

La plata alcanza para todo si se reparte como debe ser y la fórmula indicada es 50, 20 y 30: el 50 por ciento de los ingresos debe destinarse a los gastos básicos; el 20 por ciento, para ahorro y el 30 por ciento, para gastos personales.

Una vez definidos estos porcentajes, el siguiente paso es diferenciar los gastos básicos de los demás. Suele pasar que se mezclan, cuando la verdad es que si la persona es honesta consigo misma descubre que algunas de las necesidades que cree fundamentales corresponden más a gustos y caprichos.

Básico vs. suntuario

Los gastos básicos son aquellos fundamentales para vivir y trabajar, como pagar un techo, los servicios públicos, la alimentación, la salud, el transporte, la educación de los hijos, cuando los hay, y la ropa.  Ahora bien, que las comidas sean siempre fuera de la casa o que la vestimenta sea costosa son diferencias que dependen del bolsillo de cada quien, pero lo cierto es que cuando el presupuesto personal se divide de esta forma es posible entender que a veces se gasta de más en asuntos innecesarios. Este descubrimiento hace factible el ahorro.

Cada quien puede definir qué considera un lujo y qué una necesidad, pero se trata de ser lo más racional posible para tener claras las diferencias. Quien posee esta claridad puede decidir con mayor acierto qué gasto recortar en caso de una emergencia sin por ello afectar sus necesidades vitales.

Una buena alcancía

El ahorro es el que hace posible organizar el presupuesto a largo plazo. La mejor manera de empezar a ahorrar cuando no se ha hecho antes es fijar una meta que se espera lograr a corto plazo, como realizar un viaje, comprar un carro o remodelar la oficina. Una vez definido el costo total de esa meta, es posible establecer el ahorro mensual para lograrla y, una vez alcanzada, la experiencia enseñará que el buen manejo del presupuesto personal trae sus frutos.

La cultura del ahorro es la que permite contar con recursos cuando se presentan imprevistos, es la que facilita hacer realidad proyectos como comprar inmuebles para uso personal o como inversión, tener rentas que generen ingresos adicionales y asegurar la vejez. Además, es la que facilita darse opciones para disfrutar grandes cosas de la vida. Es importante tener claro que el buen presupuesto personal también permite, además de estar tranquilo a la hora de manejar la billetera, llevar una vida plena.

Las deudas y los intereses

Un error muy común a la hora de organizar un presupuesto es olvidar los costos del dinero. Las deudas son parte de los gastos básicos y es importante contabilizar dentro de estos los intereses. El ideal es pagar las deudas en el menor tiempo posible para reducir estos intereses y jamás endeudarse para pagar una obligación financiera con otra. Al reducir las deuda, se libera dinero para aumentar la capacidad de ahorro.

Las deudas pueden ser necesarias para el inicio de un proyecto o para adquirir vivienda, por ejemplo, pero para conservar unas buenas finanzas personales no es sano acostumbrarse a ellas para gastos del día a día, de allí que sea importante tenerlas en cuenta dentro del presupuesto personal para asegurar su pago y también para procurar reducirlas al menor tiempo posible. Este es otro de los usos importantes del ahorro, cancelar las deudas y reducir los intereses.

Los gastos personales

Manejar bien el presupuesto personal también incluye tener en cuenta esos gastos del día a día que a veces se consideran menores, pero que al sumarlos representan un suma significativa. Tenerlos en cuenta facilita vivir más relajado en lo que a finanzas se refiere y darse ciertos gustos. Estos gastos incluyen ejemplos como salir a tomarse un café con los amigos, almorzar fuera de casa, ir a cine de vez en cuando, pagar el transporte ocasional, comerse un helado. Es decir, todo aquello que facilita la vida diaria y que no forma parte de los gastos básicos del hogar o de la familia. Contar con una suma clara para ellos facilita no excederse.

Compartir artículo

OTRAS PUBLICACIONES